Bueno y malo, día y noche o frío y calor, no puede existir uno sin el otro, son el Yin y el Yang. Tal y como refleja el concepto del Yin y el Yang, las fuerzas opuestas se complementan y el surgimiento de una hace imposible que no aparezca su contrario. Así que, como siempre que aparece un perverso aparece un benévolo, con la transformación