Hoy el cambio es más rápido que nunca, pero es el más lento que viviremos.
La tecnología juega un papel fundamental, y hoy disponemos de la mejor tecnología que jamás hemos tenido; pero es la peor que tendremos.
Por tanto, el antídoto para esta circunstancia es priorizar la Transformación sobre la Digitalización. Transformar nuestro modo de pensar combinando la Agilidad (que no la velocidad) y Foco (que no la dispersión).
Estamos tan centrados en el presente que evitamos la complejidad, evitamos el futuro; sin embargo, el futuro es inevitable.
Hemos ido posponiendo el pensar en el futuro.
La TD va de Excelencia Operacional, de Eficiencia, de Simplicidad.