Fran Chuan nunca deja de pensar en cómo cambiar las cosas. Su trabajo consiste, básicamente, en explicarle a las empresas cómo romper los moldes, sacudirse de prejuicios y volver a lo básico. Eso, asegura, es innovar. “¿Sabes cómo se inventaron los post-it? Alguien creó un pegamento que pensó que no servía, lo dejó con unas hojas de papel y otro le encontró uso”, comenta de arranque poco antes de la charla que ofreció en Lima.
—¿Cómo una empresa puede empezar a innovar?
Siempre elegimos lo más fácil y lo que tiene menos impacto. Es mejor empezar con lo fácil. Los futbolistas juegan uno o dos partidos a la semana, pero se pasan entrenando el resto de días. ¿Por qué tú tienes que competir y entrenar al mismo tiempo? Hazte la vida fácil.
—¿Cuál es su metodología, entonces?
La metodología es muy tonta, eh, a veces hasta me da vergüenza explicarla. En el sistema operativo humano viene por defecto la innovación. Lo que toca hacer es sacarlo y eso significa borrar prejuicios. Para eso debo retarte, gamificar, jugar y despenalizar el error…
—¿A qué se refiere con eso?
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