El evento Innovation Land —uno de los eventos sobre innovación más importantes de América Latina— se convoca anualmente y concentra en dos jornadas una serie de actividades alrededor de la innovación. El lema de este año ha sido Talento y Estrategia, y es por lo que centré mi speach en las personas.
Hablé de que a menudo la innovación nos lleva a pensar en conceptos, métodos y herramientas, pero todo esto no tiene sentido si detrás no hay personas que lo pongan en práctica. La innovación es la consecuencia de la curiosidad y de la creatividad, cualidades que tenemos todos, pues son innatas en el ser humano.
¿Qué necesitamos para poner en marcha estas cualidades tan comunes (y también tan comúnmente adormecidas)?
Necesitamos tiempo: nadie innova, ni es curioso, ni creativo mientras corre delante de un león. Y necesitamos tranquilidad que nos permita generar serotonina: la serotonina relaja nuestro nivel de prejuicios. Sabemos que los prejuicios matan la curiosidad, pues nos llevan a pensar en qué dirán, qué harán, qué pensarán o cómo lo viviré yo.
Decir en Medellín que todo ser humano es curioso y creativo es un lujo. Pues normalmente cuando hago esta afirmación, el público tiene que creerme, mientras que allí todos han sido testigos de cómo alguien tuvo la curiosidad de preguntarse si podían cambiar el entorno social, y pusieron en marcha la creatividad, y apostaron duro; los resultados están a la vista de todos.
Entre los asistentes al evento —unas 500 personas provenientes de distintos sectores y lugares— percibí ilusión, curiosidad y una gran confianza en sí mismos; percibí la pujanza de formar parte de un entorno hiperactivo y energizado.
Ha sido una experiencia mágica y emocionante. ¡Gracias a ANDI por invitarme y a todos por acompañarme!