Esta semana se ha publicado una conversación que tuve con Juan Carlos F Florido sobre cómo la innovación real no nace de los procesos ni de la tecnología, sino de las personas.
Durante nuestra charla, hablamos de como la innovación está en boca de mucha gente, pero poco plasmada en las agendas y los presupuestos. Os dejo algunas ideas que salieron durante la conversación:
- El mayor error de las organizaciones es creer que la innovación es una función o un departamento reservado para los altos puestos. ¿Dónde está la innovación en una organización? En el total de su Plantilla.
- La cultura es la única capaz de medir los outputs y determinar si se innova de verdad. Si los líderes solo miden el éxito en el corto plazo, crean una cultura de la mediocridad. Si el liderazgo no es el modelo de valentía y autenticidad, pierde toda credibilidad. El ego de los líderes mata cualquier innovación antes de que nazca.
- ¿Cómo lograr que la innovación permee en toda la organización? Le pediría al líder una serie de cosas, pero lo primero es que sea auténtico y un impulsor, que hable de sentimiento y sea un modelo a seguir. Un líder que busque legado debe ser: paciente, perseverante, adaptable y flexible.
- La innovación de la organización tiene que dar frutos: se tiene que medir y saber si está funcionando. Las personas motivadas rinden más, pero las personas talentosas son las que más se desaniman si no son escuchadas.
- El talento es la valentía para hacerse preguntas incómodas. Si no escuchamos esas preguntas, el talento se sentirá incómodo y se irá.
La Metodología InnoQuotient
También tuve la oportunidad de explicarle a Juan Carlos como funciona la metodología InnoQuotient y la posibilidad de poder medir Para que la innovación no sea una declaración vacía, debe ser diagnosticada y tratada. Por eso explicamos el método de InnoQuotient: diagnosticamos y actuamos en puntos pequeños y trabajamos con el método mancha de aceite. El proceso de consolidación de una cultura de innovación real puede durar entre dos y tres años.