Trabajo y diversión son una dupla indispensable para una cultura de la innovación. La diversión y la emoción positiva son esenciales tanto para la creatividad como para la productividad. Nadie pretende que nos pasemos la jornada laboral a carcajadas, pero sí que lleguemos con energía y disfrutemos.
Los que se divierten en su trabajo son más productivos y ofrecen resultados de mayor calidad. Esto se debe a que la diversión está asociada a emociones positivas que impulsan a las personas a dedicar más tiempo y esfuerzos a sus tareas.
Cuando nos divertimos, nos relajamos, bajamos la guardia y nos atrevemos a hacer preguntas diferentes. Esto se debe a que la diversión está asociada a emociones positivas que impulsan a las personas a dedicar más tiempo y esfuerzo a sus tareas. Así, la diversión funciona como motor de la innovación, es lo que permite generar ideas más creativas y originales.
Para conseguir estas metas, es importante que los líderes de las empresas comprendan que deben generar un ambiente de trabajo en el que quepa la diversión. Las personas deben sentirse cómodas, motivadas y con ganas de ir a trabajar, algo que tiene mucho que ver con el ambiente que se respira en la oficina.
Esto se puede lograr a través de actividades lúdicas, espacios de trabajo informales, reconocimiento de los logros, entre otros. No se trata de convertir el trabajo en una fiesta, sino de crear un ambiente donde las personas se sientan a gusto y motivadas para dar lo mejor de sí.
Equilibrio entre trabajo y diversión
La eficiencia no se trata solo de hacer muchas cosas, sino de hacer las cosas correctas. Es importante cuestionar los procesos existentes y preguntarnos si realmente son necesarios. Muchas veces, dedicamos tiempo y recursos a tareas innecesarias, lo que nos impide enfocarnos en lo que de verdad importa.
Teniendo clara esta premisa, la diversión y la curiosidad no se plantean como enemigos de la eficiencia, sino que se mantienen como un seguro para conservarla. Si no existe una cultura de la innovación en tu empresa que deje espacio a la diversión, los procesos se quedarán atascados en el tiempo y es mucho más probable que una empresa fracase.
Hay que encontrar el equilibrio entre la diversión y la eficiencia. Un equipo que se divierte y se siente motivado es más productivo y creativo. Las empresas que apuesta por crear un ambiente de trabajo divertido y positivo tienen la más posibilidad de atraer y retener talento, mejorar su rendimiento y alcanzar sus objetivos.