En tiempos normales, los consumidores tienden a ceñirse obstinadamente a sus hábitos, lo que resulta en una adopción muy lenta (si es que existe) de innovaciones beneficiosas que requieren un cambio de comportamiento. Ahora, la crisis del COVID-19 ha provocado que los consumidores de todo el mundo cambien sus comportamientos rápidamente y adopten nuevas conductas que se ajustan al nuevo estilo de vida que ha llegado para quedarse.
En este sentido, podemos decir que los sectores que han notado más este cambio y que han crecido más rápidamente son:
- Todo el e-commerce en general, y más concretamente las cadenas de supermercados.
- Comida para llevar.
- Distribuir bienes a domicilio (delivery).
- La industria farmacéutica, sanitaria y de cuidado personal.
- Los programas online dedicados a la formación en casi todas las áreas.
- Programas de entretenimiento o lúdicos.
- TICs
Tres tips para reorientar los esfuerzos ante la coyuntura actual:
Las empresas de consumo harían bien en buscar fórmulas para satisfacer las nuevas necesidades post-crisis que han aparecido y que abren múltiples oportunidades para explorar mercados y posicionar productos y servicios innovadores. Para empezar, fíjate en estos consejos:
- Refuerza las nuevas creencias positivas.
- Reestructura tus ofertas de acuerdo a los hábitos emergentes.
- Averigua qué es importante para tus consumidores (las empresas que intentan motivar el cambio de comportamiento ignorando o desafiando las creencias de los consumidores están librando una batalla cuesta arriba).
Cuando los consumidores se sorprenden y se deleitan con experiencias inéditas, incluso las creencias arraigadas pueden cambiar, haciendo que los consumidores estén más dispuestos a probar y acostumbrarse a lo novedoso.