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¿Qué es la cultura empresarial?

Entendemos por cultura empresarial el conjunto de valores, creencias, prácticas y comportamientos compartidos dentro de una organización. Estos elementos culturales influyen en la forma en que los empleados interactúan entre sí, cómo se toman las decisiones, cómo se manejan los conflictos y cómo se perciben y responden a los desafíos y oportunidades.

Esta cultura también puede influir en la forma en que se percibe la organización por parte de los clientes, proveedores y otros actores externos.

La cultura empresarial varía de una organización a otra (no hay dos organizaciones con culturas iguales) y puede ser influenciada por una variedad de factores, como la historia y los valores fundacionales de la empresa, la estructura organizacional, los objetivos y estrategias de la empresa, así como la demografía y características de los empleados. 

Una cultura empresarial sólida y positiva puede ayudar a atraer y retener a los mejores empleados, mejorar la eficiencia, la productividad, la innovación y fortalecer la reputación de la empresa en el mercado.

Por contra, una cultura empresarial negativa puede conducir a una variedad de problemas, como una alta rotación de empleados, bajo rendimiento, falta de motivación, de compromiso y de lealtad de la plantilla, falta de innovación y falta de satisfacción del cliente. 

¿Cuáles son los principales errores que debemos evitar?

Desde nuestra experiencia, los principales errores que pueden contribuir a que la cultura empresarial puede contribuir arruine una organización son los siguientes:

• • Falta de un propósito que inspire a todos los empleados, atraiga talento y guíe en la consecución de los logros que necesita toda organización para subsistir.

• • Falta de transparencia. Si la cultura empresarial se caracteriza por no ser transparente, los empleados pueden sentir que no se les valora o que no pueden confiar en la organización. Esto puede conducir a una falta de motivación y compromiso, así como a una falta de confianza por parte de los clientes y otros actores externos.

• • Falta de adaptación. Si la cultura empresarial es demasiado rígida y no puede adaptarse a los cambios en el entorno empresarial, la organización puede quedarse atrás y perder relevancia en el mercado.

• • Falta de diversidad e inclusión. Si la cultura empresarial no es inclusiva y no valora la diversidad, puede desalentar a los empleados talentosos de unirse a la organización, así como limitar la capacidad de la empresa para competir en un mercado global cada vez más diverso.

• • Falta de ética. Si la cultura empresarial no valora la ética y la integridad, puede llevar a prácticas poco éticas y a violaciones de la ley que dañen la reputación de la empresa.

• • Falta de innovación. Si la cultura empresarial no fomenta la innovación y el cambio, puede limitar la capacidad de la empresa para adaptarse a las necesidades y demandas del mercado en constante evolución.

• • Falta de liderazgo. Si la cultura empresarial no valora el liderazgo efectivo y el desarrollo de los empleados, puede llevar a una falta de dirección clara y efectiva que afecte negativamente el desempeño de la organización.

• • Ambiente tóxico. Si la cultura empresarial promueve la intimidación, el acoso y la discriminación, los empleados pueden sentirse alienados, desmotivados y poco dispuestos a trabajar en la organización.

• • Incentivos incorrectos. Si la cultura empresarial valora los resultados a corto plazo sobre la ética y la responsabilidad social, la organización puede tomar decisiones imprudentes que generen una mala reputación y afecten la sostenibilidad a largo plazo.
    
    

En resumen, una cultura empresarial negativa puede dañar la reputación de la empresa, afectar la motivación y el compromiso de los empleados, limitar la capacidad de la empresa para competir y, en última instancia, afectar su éxito y supervivencia a largo plazo.

¿Cuál es el primer paso para evitar que la cultura empresarial arruine una organización?

El primer paso para evitar que la propia cultura contribuya al fracaso de una organización es, sin duda alguna, conocerla, de manera que se puedan identificar dónde se encuentran los aceleradores y frenos ante el reto de la innovación y la gestión de los cambios.

En este sentido, InnoQuotient es una herramienta única para diagnosticar la cultura de innovación de las organizaciones, basada en un modelo sólido y robusto, desarrollado por dos académicos de Babson College, validado estadísticamente por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y publicado en el MIT Sloan en 2013.

InnoQuotient analiza el liderazgo, el clima y la cultura, dividiendo cada una de estas áreas en tres bloques y cada uno de ellos en elementos, hasta un total de 54, con lo que ofrece una visión 360 de la cultura organizacional, que permitirá a sus directivos descubrir los errores anteriormente mencionados y tomar las decisiones necesarias para crear una cultura exitosa.